A dos
días de haber chocado las copas para darle la bienvenida al 2015 me siento
frente a la computadora para escribir una nueva entrada en este blog y estoy
completamente en blanco. En blanco como este nuevo año que acaba de comenzar y
comienzo a pensar en los proyectos profesionales que desearía abordar.
Como
suele ocurrirme, las expectativas son grandes y siempre pretendo hacer más de
lo que realmente me da el tiempo. Pero con soñar no se pierde nada, ¿no?
Entonces,
mi mente se traslada al año pasado y comienzo a ver qué conocimiento hubiera
necesitado para encarar más fácilmente un trabajo de traducción, e
inmediatamente lo recuerdo: html.
Creo
que cuando dicen que los traductores tenemos que amigarnos con la tecnología se
quedan cortos, no solo debemos ser amigos, creo que deberíamos pasar al segundo
nivel y llegar a ser amantes, porque siempre recurrimos a ella y nos da una
mano día a día en nuestro trabajo.
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