La
profesión del traductor, como muchos otros trabajos desarrollados en grandes
ciudades, conlleva horas de dedicación frente a una computadora. Así sea en una
oficina, en un bar o desde casa, el traductor toma asiento, lee y escribe.
Por
la descripción que estamos dando, pareceríamos ser una especie de autómatas destinados
a rezar por una buena conexión de internet y solitarios en la búsqueda de
información entre nuestros gigas de memoria. Puede que sea así, pero
fundamentalmente es una actividad que requiere concentración y eso significa, a
veces, estar horas y horas sentados en la misma silla mirando hacia la misma
pantalla sin movernos. Y eso no es otra cosa más que sedentarismo.
La
RAE define el término “sedentario” como “De poca agitación o movimiento”.
Podríamos decir entonces que la traducción es una actividad sedentaria porque a
menos que traduzcamos corriendo en la cinta o yendo hacia la panadería, la
agitación y el movimiento son mentales, no físicos.
Y
es aquí donde nos vamos a detener para remarcar la importancia de mantenerse en
movimiento. Estar incontables horas sentados inmóviles perjudica nuestra salud
y nos vuelve más propensos a determinadas enfermedades y dolencias. Por este
motivo, practicar actividades físicas que nos mantengan en movimiento fuera del
horario laboral es de gran importancia para sentirnos mejor, ya que no solo nos
ayuda a prevenir enfermedades y desarrollar nuestra salud plenamente, sino que
también nos despeja y nos proporciona disciplina, lo cual nos facilita la toma
de decisiones en nuestro día a día.
Existen
incontables actividades físicas que nos benefician. Algunos optan por descargar
energía y prefieren salir a correr, mientras otros nadan y muchos eligen clases
de baile, fútbol o tenis. Otros se vuelcan a la práctica del yoga, elongación o
pilates. Y así podríamos seguir nombrando cientos de actividades que favorecen
el cuerpo y la mente. Cada persona es diferente y no todos los deportes son
para todos. Simplemente hay que probar hasta encontrar la actividad en la cual
nos sentimos más cómodos y disfrutamos llevar a cabo.
No
obstante esto, seguimos sentados nueve horas en la oficina. Por este motivo,
también es fundamental moverse en el ambiente de trabajo. Algunos especialistas
recomiendan que nos tenemos que obligar a levantarnos, ya sea para buscar algo
o simplemente atender el teléfono. Mientras más veces nos levantemos, más
mejoraremos nuestra salud. Otro consejo para el horario laboral es hacer
estiramientos periódicos para evitar las tan dolorosas contracturas. Si estamos
más relajados, nuestro cuerpo se siente mejor y nuestra mente funcionará de
manera más óptima, lo que tendrá un impacto directo en nuestra productividad
laboral. Incluso, algunas empresas contratan profesores de educación física y
masajistas para motivar a sus empleados.
En
definitiva, el ejercicio físico libera nuestra mente y prepara a nuestro cuerpo
para enfrentar las tareas diarias.
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