viernes, 28 de noviembre de 2014

¡No encuentro el archivo!



¡No encuentro el archivo! 

«No encuentro el archivo.» «¿Dónde guardé el modelo que tenía en Word?» «¿Dónde está la planilla de Excel?» «¡Tengo que hacer una limpieza en esta computadora!»

¿Cuántas veces nos pasó, sentados frente a la computadora, no poder encontrar lo que buscamos… entre nuestros propios archivos? Seguro que muchas. Y si su herramienta de trabajo es la computadora, ya sea personal o del trabajo, seguramente tendrán cientos o miles de archivos y carpetas que saben que están ahí, pero cuando llega el momento de encontrarlos parecen haberse movido de lugar. Como si una mano misteriosa cambiara los documentos de carpeta mientras dormimos.

Organizarse es fundamental para lograr una productividad óptima en el trabajo y el estudio. Así como es más cómodo trabajar en un escritorio limpio, ordenado, con papeles en su lugar y sin varias tazas de café de días anteriores, tener la computadora ordenada es sumamente útil y ahorra tiempo.

No todos tenemos la misma forma de organizarnos y de guardar las cosas. Pero sí podemos tomar en cuenta algunos consejos a la hora de decidir ser más organizados.

Por ejemplo, si trabajamos con fechas de entrega, es muy útil tener carpetas tituladas con la fecha de entrega del trabajo. Así, cuando vamos creando nuevas carpetas, siempre con el número de fecha, se van ordenando automáticamente. Es muy práctico colocar primero el año, luego el mes y luego el día. Así sabemos que durante el mes 11, tenemos que mirar los dos últimos dígitos de cada carpeta para saber qué día es la fecha de entrega. Y les podemos asegurar que el cerebro se acostumbra rapídisimo.

Si tenemos varios clientes, o si estamos en la facultad y cursamos varias materias, podemos tener carpetas organizadas por el nombre del cliente o materia. Pero, ¿qué pasa cuando el cliente nos manda varias versiones del mismo archivo? ¿O cuando estoy haciendo un trabajo y voy guardando varias versiones en diferentes documentos? En estos casos, lo más útil podría ser nombrar los archivos por versiones; así como entendemos que la última versión de una aplicación para el celular es la 8.0 y una mejora posterior que no amerita cambio de versión será 8.1, con nuestros archivos podemos hacer lo mismo. Y así sabremos cuál fue la última versión guardada sobre la queremos seguir trabajando. Cuando trabajamos en grupo, esto también resulta muy útil. De la misma manera, cuando estamos trabajando en equipo y nos enviamos los archivos, resulta práctico colocar el nombre o las iniciales del autor del documento y el número de versión o fecha. De esa forma, será más práctico encontrar y no superponer o borrar documentos por error. 

Existen, además, algunas herramientas informáticas que nos permiten buscar entre nuestros archivos porque, seamos sinceros, si alguno de ustedes es traductor con varios años de ejercicio, sabrá muy bien que hay miles de archivos que se pierden en la nebulosa de la computadora a pesar de que seamos organizados. Un programa muy útil es DTSearch, que funciona como indexador de archivos y no solo busca los archivos con el contenido que deseamos, sino que busca dentro de ellos las frases o datos que precisemos.

Por último, pero no menos importante, es recomendable hacer un backup periódico (y por periódico significa semanal o mensual) del contenido de nuestra computadora. Tan solo piensen las complicaciones que generaría perder algunos archivos. Mejor dedicarle unos minutos al backup, que meses a la recuperación de archivos.

Organizarse facilita el trabajo y el estudio. Y así tendremos más tiempo para nuestra vida personal.

Organize, don't agonize.”

viernes, 21 de noviembre de 2014

Trabajo en equipo

 “Si quieres ir rápido, ve solo. 
Si quieres llegar lejos, ve acompañado” 
Proverbio africano.

La imagen que las personas tienen del traductor es la de una persona ermitaña, que trabaja sola en su casa, frente a su computadora y con una pila de diccionarios que lo rodean. En el mundo globalizado de hoy, con tiempos de entrega que siempre son para “ayer” y con volúmenes de palabras que pretenden alcanzar el nivel de producción de una máquina, es imposible  seguir pensando que el traductor es ese ente solitario que con sus estudios, su computadora y sus diccionarios lo puede todo.

Desde la facultad nos educan a ser individualistas, el trabajo en equipo no es algo que se mencione demasiado en las aulas. Además, durante la carrera de traducción nos malacostumbran con tareas en que no superan las 1000 palabras y, aunque pedagógicamente hablando estos trabajos son buenos para aprender ciertas técnicas de búsqueda, enfrentar desafíos terminológicos y resolver de problemas de traducción, no nos ayuda a saber manejar un volumen de trabajo extenso, algo tan necesario para que los alumnos sepan enfrentarse al mercado laboral que los está esperando.

“No hay problema que no podamos resolver juntos, 
y muy pocos que podamos resolver por nosotros mismos” 
Lyndon Johnson.

Los traductores nos especializamos en diferentes áreas, conocemos diferentes herramientas, tenemos diversas experiencias de trabajo y, por eso, ¿qué mejor que tener a alguien que nos de una mano con lo que nosotros no sabemos? La complejidad a la que se enfrentaban nuestros colegas más adultos que trabajaban sin las facilidades tecnológicas que tenemos hoy en día ya no existe. Los software de traducción, los medios de comunicación y la fuente de información que tenemos hoy con Internet vinieron para facilitar nuestro trabajo y, especialmente, para que el trabajo en grupo sea mucho más simple gracias al intercambio de memorias de traducción y de glosarios.

“Si estamos juntos no hay nada imposible. 
Si estamos divididos todo fallará” 
Winston Churchill.

Por más que nos cueste admitirlo, la traducción es nuestro medio de vida y la productividad es esencial para poder sustentar ese medio. Si traducimos rápido, vamos a ser productivos, pero es probable que cometamos errores que no cometeríamos si tradujéramos con más cuidado. Pero eso no significa que seamos malos traductores, sino que todo trabajo de traducción requiere de un proceso, con pasos que no pueden superponerse ni saltearse. Como siempre decimos en RIMA, “cuatro ojos ven más que dos” y, por eso, nuestro lema nos obliga a revisar los trabajos que hacen los otros miembros de nuestro equipo, así se garantiza una buena productividad sin afectar la calidad final del trabajo.

Lo más hermoso del trabajo en equipo 
es que siempre tienes a otros de tu lado” 
Margaret Carty.

El espíritu que se respira en un trabajo realizado con un buen equipo supera la soledad y la frustración en la que nos podemos encontrar los traductores cuando trabajamos individualmente. Las horas frente a la máquina pueden ser desesperantes, las búsquedas infructuosas llegan a ser estresantes y la falta de comunicación con el mundo exterior nos transforma en personas intolerantes. En cambio, tener a alguien del otro lado de la pantalla nos hace sentir acompañados, que uno no está solo en esto y que, después de todo, ambos estamos pujando para el mismo lado, para realizar un buen producto, dejar a nuestro cliente satisfecho y cobrar un buen dinerillo por el trabajo realizado. Pero ¿por qué no disfrutar el proceso?

Recordá: Llegar juntos es el principio. Mantenerse juntos, es el progreso. Trabajar juntos es el éxito” Henry Ford.

viernes, 14 de noviembre de 2014

EVA 2014



Exposición de Videojuegos Argentina 2014: 
un camino de ida

Es de conocimiento común que todo profesional que pretenda desarrollarse en determinada área o que se encuentra trabajando con determinados temas opte por capacitarse sobre determinadas cuestiones. Muchas asociaciones de profesionales organizan charlas, jornadas y congresos, entre otros tipos de eventos, para que el universo de profesionales se capacite y la profesión crezca.

Como traductores, generalmente asistimos a jornadas sobre la profesión y congresos donde representantes del mundo de la traducción suelen exponer sus temas y dar a conocer las problemáticas con las que nos podemos encontrar diariamente, así como sus soluciones. Asimismo, podemos capacitarnos con cursos sobre terminología jurídica o contable, sobre traducción literaria y más.

Pero cuando uno decide capacitarse en un área determinada, también puede ir más allá. Si quiero especializarme en traducción contable, ¿sería ilógico que asista a una charla organizada para contadores? Claro que no. Es ahí donde encontraremos la terminología precisa y la jerga cotidiana de la profesión.

Es así que decidimos asistir a la Exposición de Videojuegos Argentina (EVA), dado que una de nuestras áreas de especialización es la traducción y localización de videojuegos y aplicaciones. Y, debo admitir, fue una de las mejores experiencias en nuestro camino de capacitación a lo largo de todos estos años.


Para los que no están familiarizados con el evento, EVA se organiza hace ya varios años y la concurrencia es cada vez mayor. Los oradores destacaban la cantidad (y calidad) del público presente. Este año se brindó en el Espacio Incaa Gaumont, y en una sala llena, se llevaron a cabo charlas que no dejaron de sorprendernos un segundo.
http://www.rimatraducciones.com.ar/
Además de nutrirnos de más vocabulario gamer y estar al tanto de los lanzamientos del mercado, logramos estar en contacto con desarrolladores, jugadores, testers, guionistas, entre otros. Conocimos personas por demás talentosas y apasionadas por el mundo de los videojuegos. Todos coinciden en algo: aman el mundo de los videojuegos. Incluso, muchos de ellos habían logrado que su trabajo y su pasión coincidieran, lo cual se les notaba en la sonrisa.

Las charlas fueron muy enriquecedoras, principalmente porque todos, oradores y asistentes, tenían el mismo propósito: el crecimiento del desarrollo de videojuegos en Argentina. Muchos hablaban del alto potencial que tiene nuestro país y los talentos remarcables que lograron exportar sus creaciones.

Ah, y no me quiero olvidar del EVA Party que se brindó en un cyber bar por Palermo. Además de deleitarnos con unas riquísimas pizzas, el ambiente distendido nos permitió estar en contacto con muchos más desarrolladores y gamers, quienes nos contaron acerca de sus experiencias en el mundo de los videojuegos y compartieron con nosotras sus proyectos.

En resumen, una experiencia para repetir una y mil veces. Que comience el juego.

@RIMATrads | RIMA Traducciones

jueves, 6 de noviembre de 2014

Localización de Software

¿Cómo lograr una localización de software adecuada?

Muchas empresas pretenden expandir su negocio y lanzar su software al mercado internacional por medio de la localización, traducción o adaptación de su producto en diferentes idiomas, para un país determinado o una región en particular. No obstante, muchos intentos de localización resultan infructuosos cuando se desarrolla el software porque no se tomaron los recaudos necesarios para realizar el proceso adecuado.

¿Cuál es el papel del traductor en el proceso de localización?

Los traductores que participamos de proyectos de localización usualmente formamos parte de un equipo grande y diverso. En los proyectos de localización, los traductores pretendemos tener un control completo de las herramientas necesarias para realizar la localización del software, conocer el mercado y los productos, saber cuál es nuestra posición en el proceso y comprender las limitaciones de cada ciclo de producción. Por este motivo, la mayoría de los traductores que se dedican a la localización lo hacen por medio de empresas de traducción que funcionan como intermediarias y que usualmente se especializan en la localización de software.

Sea de forma individual o por medio de una empresa, el proceso es siempre el mismo. La traducción de un software sigue un ciclo de comprensión. Como los traductores solo recibimos un resumen de especificación del producto, muchas cosas se dan por hecho y la traducción pasa a ser un proceso de adivinanzas fuera de contexto. A menudo, logramos comprender la funcionalidad de un cuadro de diálogo o un comando una vez que el contenido traducido se carga en el software y podemos ver cómo funciona. En muchos casos, debemos volver para atrás más de una vez y cambiar el término utilizado en un primer momento.

La cuestión se vuelve aún más complicada cuando la persona que realiza la traducción del software no es la misma que aquella que traduce los manuales de usuario, dado que en estos casos se puede crear una inconsistencia entre los términos que aparecen en ambas instancias, que solo logrará complicarle la vida al usuario cuando quiera comprender como funciona el software mediante la lectura de la ayuda, ya que nunca encontrará el comando en el que debe hacer clic.

Para evitar todos estos problemas y lograr un producto de calidad, las empresas desarrolladoras deben considerar que todo cronograma de localización debe tener en cuenta la traducción y testing necesarios para lograr un producto de calidad, ya que muchas empresas dejan la localización del software de lado hasta unos días antes de lanzar el producto al mercado.

A su vez, todo software localizado debe ser testeado tanto como lo fue en su versión en original, solo de esta forma se podrá verificar que todos los términos hayan sido utilizados correctamente en el contexto. Además, como la mayoría de los idiomas se expanden de un 20 a un 30 por ciento más que el inglés, el desarrollador debería diseñar el software dejando un espacio considerable o programar UI dinámicas para que se expandan una vez traducido el software.

No obstante, no solo las empresas que desarrollaron el producto deben planificar la localización, la empresa contratada para la localización del software también tiene su cuota de responsabilidad. A ella le compete organizar un equipo con su respectivo coordinador a cargo de armar los equipos y asignar las tareas de forma prolija y respetando todas las etapas necesarias para poder cumplir con todos los pasos de un trabajo de localización de excelencia. Solo así se logrará un producto de calidad y se evitarán las odiosas inconsistencias entre los diferentes contenidos derivados de un mismo producto software.